En bodas de día
Aunque el protocolo más estricto indica que las madrinas deben usar vestido largo, hoy en día no es una norma determinante. Menos aún, si trata de un matrimonio en el día, donde los diseños cortos y midi (a media pantorrilla) son totalmente aceptados.
Si escogerás entre vestidos cortos para madrina de matrimonio, lo óptimo es que llegue hasta las rodillas, siendo una buena opción en este caso los vestidos con falda recta. Un traje de mikado, por ejemplo, te hará lucir muy sofisticada. En cambio, el corte midi es ideal para elegir diseños holgados evasé o de línea A, ya sean de gasa o encaje, entre otros tejidos livianos.
Y ya que los zapatos quedarán a la vista con un modelo corto o midi, procura usar un calzado de taco alto o medio que haga juego con la prenda. Los zapatos en nude, por ejemplo combinan bien con las tonalidades suaves.
¿Adornos para el pelo?
¿Y qué hay de las mantillas, ese complemento tan español? Por lo general, se suele combinar con un vestido liso. Respecto al color, existe bastante debate sobre ello y la tradición se ha ido actualizando. En un principio, las madrinas solteras tenían que llevar una mantilla blanca y las casadas, negra. No obstante, en pleno siglo XXI, la norma es que puedes llevar la mantilla del color que quieras, incluso acorde a tu precioso vestido. Del mismo modo, y aunque hace años las madrinas permanecían con ellas hasta el final de la boda, hoy en día se las suelen retirar tras la ceremonia y las fotos.
Quiénes son los padrinos de boda
El padrino suele ser el padre de la novia. A falta de su padre -por haber fallecido o por otros motivos- puede ser un familiar cercano,como un tío, o incluso un hermano mayor. Ella será la que elija quién quiere que sea su padrino de boda.
La madrina suele ser la madre del novio. Si no tiene madre, como en el caso de la novia, puede elegir un familiar cercano, un hermano o un amigo de confianza. El novio es el que tiene la última palabra a la hora de elegir a su madrina.
A la hora de elegir los padrinos de boda, los novios pueden valorar muchas cosas: amistad, confianza, cercanía, simpatía, afinidad, etcétera.
El papel de los padrinos, en la actualidad, es meramente afectivo y simbólico. Antaño ejercían una función de protección hacia las personas que apadrinaban. Lo mismo que ocurría con los padrinos de bautizo.