A bordo de un Rolls-Royce verde
Todos los invitados coincidieron en que la ceremonia fue emotiva, muy flamenca y llena de guiños sentimentales a la tierra sevillana de los novios. Comenzó con música de cuerda, contó con la voz de Remedios Amaya y muchos de los invitados sorprendieron a Fran y Lourdes con discursos llenos de cariño: "No sabría elegir un momento sobre los demás porque todo fue muy de verdad. De hecho, creo que es la ceremonia más bonita de las que he ido en mi vida. Nosotros lo vivimos con mucho sentimiento, emocionados pero muy felices". Tana, la hija de Francisco y Eugenia Martínez de Irujo, actuó como madrina vestida con un diseño de Roberto Diz, amigo de Lourdes. El padrino fue Curro Montes, hermano pequeño de la novia.
Unas sandalias blancas de medio tacón de Pura López, que combinó con un vestido corto para el baile, también de Pronovias, y unos pendientes isabelinos de perlas y brillantes de su abuela Maripepa, como únicas joyas, redondearon el look. El ramo de la novia, creado en forma de cascada por Macarena Herrero, de Mirka Eventos, llevaba nardos, jazmines y buganvillas, "mi flor favorita" -apunta Lourdes-, y fue una réplica del que lució la abuela materna del diestro, Carmina Dominguín, el día de la boda con Antonio Ordóñez. "Para el peinado me decidí por una trenza semideshecha, muy ligera, obra de mi peluquera Carmela Domínguez, igual que el maquillaje, en tonos muy suaves. Lo que no se me pasó por la mente fue llevar las uñas pintadas de rojo. Fran las odia".
La fiesta fue otra de las protagonistas del día. "No recuerdo abrir el baile con ninguna canción especial ni mucho menos con un vals, pero sí que la fiesta se alargó hasta muy tarde y que, como además de la música que pinchó el DJ, hubo muchos artistas invitados, unos y otros se arrancaron a cantar y lo pasamos genial".
Lourdes Montes y Margarita Vargas coordinan sus looks de invitada con vestidos rojos y maxitocados
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La estilista Cristina Reyes le da hoy el 'sí, quiero' a su novio, Jorge Puras, en una ceremonia religiosa celebrada en Madrid. Entre las invitadas, como era de esperar, se encuentran varias de sus clientas y grandes amigas, rostros conocidos que han deslumbrado con sus sofisticados looks de invitada. Curiosamente, varias de las asistentes más destacadas del enlace, como Lourdes Montes, Margarita Vargas y Rosanna Zanetti, han coincidido con diseños del mismo color, un intenso y favorecedor tono rojo carmesí que coordina a la perfección con la decoración navideña colocada a la entrada de la iglesia.
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Eso mismo es lo que le ha pasado a Lourdes Montes. La abogada, que le daba el 'sí quiero' a Francisco Rivera en la Capilla de la Esperanza de Triana en Sevilla, lució un vestido de su propia firma, que sin embargo no ha recogido las críticas esperadas. Más delgada que nunca, Lourdes quiso enseñar uno de sus primeros modelos desde que comenzase su particular aventura como diseñadora.
El vestido de estilo romántico y de un blanco impoluto, pero de apariencia un tanto deshilachada, fue creado en colaboración con su hermana Sibi. Tenía corte princesa de escote en semi uve y con mangas, e iba ajustado hasta la cintura desde donde salía la falda con una pequeña cola.
Un diseño muy sencillo y que intentaba ante todo ser elegante. El toque más sofisticado lo daban unos pequeños cristales en forma de lágrima que adornaban las magas y el corsé, y que también adornaban los zapatos de salón que lucía la novia.
Para completar el look, Lourdes eligió un largo velo de tul, que iba recogido con un pequeño fruncido en la diadema de pedrería que adornaba la cabeza de la novia.
No es la primera vez que la también abogada colabora en el diseño de su vestido. Para la boda civil en septiembre de 2013, Lourdes colaboraba con los diseñadores de la firma Pronovias que realizaron su vestido para aquella ocasión y con el que Lourdes iba espectacular.
Quien sí acertó fue Fran Rivera, que para la boda se ha quitado cinco o seis kilos de peso, y cortado las melenas, epatando con un traje azul que es tendencia.
La elegancia atemporal de Margarita Vargas
Curiosamente -o no, porque todo apunta a que se trata de algo intencionado-, la duquesa de Anjou ha optado por un estilismo muy similar al de Lourdes, obra del mismo diseñador. En su caso, en lugar de un dos piezas, ha preferido lucir un vestido, aunque la silueta es parecida, enfatizando los hombros y entallando la cintura para potenciar la figura femenina. Se trata de un diseño con discreto escote barco y mangas abullonadas que incorpora un adorno plisado lateral.
Asimismo, se ha decantado por una pamela en tono neutro, una pieza ondulada con maxivolumen de Mimoki, y salones crudos de Aquazzura. Ha rematado con un bolso de Bvlgari y guantes de piel que, a su llegada a la iglesia, ha llevado en la mano.