Los tres looks de Marta López
El primer vestido
Marta López ya anunció que llevaría hasta tres vestidos en su gran día. El primero, obra de Yolancris y realizado en exclusiva para ella, ha sido el más clásico y recatado, ideal para una ceremonia religiosa. De corte sirena y con manga larga, escote tipo barco y espalda escotada, sorprendía a todos por el impresionante velo amantillado y bordado con encaje que lo acompañaba, que también ha sido elaborado a mano por la misma firma.
Un traje con amplia cola al que le ha agregado una nota de color gracias al ramo de novia original por el que ha optado, lleno de vida y alegría. Un look muy favorecedor que ha complementado con un maquillaje nude y un sencillo moño de bailarina en tendencia. ¡Estaba guapísima!
El segundo vestido
Sobre su segundo y tercer vestido había gran incertidumbre, ya que la propia novia estuvo jugando al despiste con sus seguidores durante las horas previas al enlace, cuando publicó un vídeo en redes sociales enseñando un posible candidato. Y de hecho no deberíamos tener estas imágenes de ellos puesto que había una exclusiva pactada con una revista, pero gracias al despiste de algunos invitados hemos podido ver ya cómo eran. ¿Con ganas de descubrirlo?
El segundo vestido de novia ha sido diseñado por Rubén Hernández y se trata de un modelo de corte sirena con escote palabra de honor, corpiño con bordados y larga capa de quita y pon, que no hacía más que resaltar la increíble figura de la modelo y que le taba un toque mágico y etéreo al look. Un conjunto destapado antes de tiempo por Tom Bruse, el DJ de la boda, quien subió la imagen en Instagram para quitarla al cabo de pocos segundos. Un tiempo suficiente igualmente para descubrirlo y lograr que se propagara en redes sociales.
Licenciada en Derecho
La futura presidenta de los grandes almacenes estudió Derecho en el CEU de Madrid. En aquellos años entró en la agencia de viajes de la empresa de becaria. Allí, precisamente, conoció al que ha sido su predecesor en la presidencia del grupo, Jesús Nuño de la Rosa, entonces becario como ella y con el que entabló una estrecha amistad. Poco después, por consejo maternal, se trasladó a Londres para hacer un curso de arte en Sotheby’s, donde luego trabajó durante cinco años, primero en la capital británica y luego en Madrid.
De vuelta a El Corte Inglés, entró en el departamento de Hogar y Decoración y, posteriormente, en Moda. Comenzó a relacionarse con la alta sociedad madrileña y marbellí, donde su padre pasaba días de vacaciones. En una de las estancias conoció a Juan Claudio Abelló Gamazo, miembro de una familia habitual en los veranos de la costa del Sol (su padre es el empresario Juan Abelló Gallo y su madre Ana Gamazo y de Hohenlohe-Langenburg). Con él tiene dos hijos: Juan y Marta. A su boda, en 2000, acudió el entonces príncipe Felipe. Su hermana también celebró una boda de alto copete con Iñaki Álvarez-Valdés Flórez de Quiñones.
La química entre las hermanas Álvarez Guil y Dimas Gimeno nunca funcionóA las dos parejas les gusta ir juntas a esquiar en invierno y acudir a la costa marbellí en verano. Marta se suele escapar los fines de semana a los Montes de Toledo, a su finca o a la de su suegro, considerado durante un tiempo la mejor escopeta de España. La caza también era una de las aficiones confesas de Isidoro. Sin embargo, a ella no le gusta disparar, según aseguran fuentes de su entorno.
En su biografía autorizada se subraya que Marta Álvarez es una experta en distribución. Le encanta visitar los centros comerciales de su firma (manía que aprendió de Isidoro) y para ello viaja por toda España, y las grandes tiendas del mundo, referentes del sector, así como fábricas textiles y de muebles. Lo suficiente como para conocer las tendencias más vanguardistas, tanto en ropa como en hogar, sus obsesiones.