Descubre el Encanto Real de la Boda de Marta Gallart - Novia del Rey

Marta grabada por un turista junto a don Juan Carlos en Irlanda en 2017.

A la muerte de Sabino, en 2009, Marta reapareció asistiendo a su entierro y huyendo de las cámaras del programa Aquí hay tomate. Desde entonces la relación de Marta y Juan Carlos mutó en una profunda amistad.

En el verano de 2017, el vídeo de un turista los descubrió en la iglesia de un pueblecito de Irlanda. Sin embargo, la obsesión de Gayá siempre ha sido la discreción. Ahora ya pasa poco tiempo en Madrid y mucho más en Suiza, dondn e tien sus cuentas y negocios. Ya sabedora de que en Mallorca era carne de cañón de la prensa, en 2018 puso a la venta su bonito piso en la isla balear por 300 millones, una propiedad que había adquirido en 1998. Su última visita a la isla de sus amores fue por un motivo triste. El pasado mes de mayo acudió a enterrar a su madre. La visita fue lo más breve posible.

Marta Gayá, según sus conocidos, siempre ha intentado tener una vida propia y privada, más allá de su historia de amor con el exmonarca. No quiere pasar a la historia como su amante oficial. Algo complicado para una mujer que siempre ha seguido, como gran amiga personal de don Juan Carlos. Nunca dejó de seguir a su lado la evolución de su reinado y de sus avatares personales, ni siquiera cuando estuvo al lado de Corinna Larsen, lo que le producía celos a la exprincesa alemana. Lo acompaño desde lo más alto a la actual decadencia de su reinado emérito. Y ahora en su difícil jubilación.

Marta Gayá cuando voló a Mallorca para el entierro de su madre en mayo de 2019.

Don Juan Carlos, presionado por Sabino Fernández Campo, entonces Jefe de la Casa del Rey, regresó de Suiza el sábado 20 de junio por la mañana, despachó a Felipe González antes del mediodía y comió en privado con el presidente de Sudáfrica, Fredierik De Klerk, que estaba en Madrid de visita oficial. Por la noche ya estaba de nuevo en Suiza.

Juego de Tronos

Los servicios secretos españoles acusaron al exbanquero Mario Conde de la filtración. También en el caso de su también amiga Bárbara Rey estuvo, supuestamente, involucrado. Aunque ha quedado claro a día de hoy que el propio CESID (hoy CNI) hacía un seguimiento y grababa conversaciones relativas a las relaciones amorosas de don Juan Carlos.

Además de doña Sofía, el chivo expiatorio de la relación con Marta Gayà, fue Sabino Fernández Campo, que acabó siendo sustituido como jefe de la Casa Real por Fernando Almansa, acólito de Mario Conde. Después de ese verano tumultuoso, Marta Gayà dejó de aparecer en las primeras páginas de la prensa. La caída en desgracia del general Fernández Campo siempre estuvo rodeada de especulaciones. Según algunos medios, Pedro J. Ramírez, entonces director de El Mundo, confirmó a don Juan Carlos que fue él quien les filtró el nombre de Gayá para dar un escarmiento al Rey y que rectificase de una vez.

La familia de Sabino nunca perdonó el trato recibido. Mucho se ha hablado del papel de Mario Conde en este cambio en el staff de Zarzuela e, incluso, en la época corrió como un rumor según el cual el banquero, al saber que a Sabino le había otorgado el título de Conde de Latores, éste soltó: “La va al pelo. Conde-delator-es”.

Nunca se ha sabido la versión de Fernández Campo sobre lo sucedido. Desde 1993 se dedicó a dar conferencias y recibir premios, como también ser nombrado miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Siempre atento con los medios, evitaba cualquier tema espinoso. Cuando le preguntaban por sus memorias sonreía y decía: “¿Para qué? Lo que puedo contar no interesa y lo que interesa no lo puedo contar”.

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