Descubre el Encanto Real de la Boda de Marta Gallart - Novia del Rey

Marta Gayá.

La mallorquina formaba así parte del núcleo duro de amistades que rodeaban en todas las ocasiones a don Juan Carlos en Mallorca. Una corte que desplegaba todo su poderío en verano y que hacía que el monarca viviese una vida "feliz", como el mismo reconoció en las conversaciones íntimas interceptadas por los propios servicios secretos españoles del entonces CESID. Una vida mucho más cercana a sus gustos, que la oficial que le rodeaba en Madrid junto a la reina Sofía.

Durante años, Marta y Juan Carlos disfrutaron de una relación que era un secreto a voces, para los que cubríamos por entonces el verano mallorquín. El Rey, recién entrado en la cincuentena, empezó a "perder la cabeza" rápidamente por ella: pasaban muchos fines de semana juntos, se iban a Gstaad y otros períodos no vacacionales también los disfrutaban.

Ya casi en los postres, se presentaron el escritor José Luis de Villalonga y Marta Gayà, así como el príncipe Tchokotua junto a su mujer, Marieta Salas. En lugar de enfadarse, el Rey se levantó de la silla y fue a saludarles efusivamente, gesto que denigró a la Reina. Fue una presentación relativamente pública de la relación de Juan Carlos I con Marta Gayà, pero también un golpe muy duro para doña Sofía.

¿Y quién es ella?

Desde hace algo más de cuatro años, la mallorquina Marta Gayá apenas ha sido vista en la isla que la vio nacer. Ella fue, con permiso de doña Sofía y de Corinna, el amor más sincero y duradero del rey Juan Carlos. El propio Borbón se lo confesaba en 1990 a su amigo Josep Cusí: "Nunca he sido tan feliz", tal y como se puede escuchar en una grabación hecha por los servicios secretos y difundida en 2017. Ahora sabemos que Marta también recibió generosas donaciones por parte del Rey: pero no dos millones de euros, como se había dicho, sino uno. Porque Corinna frustró el envío del segundo millón.

La mallorquina Marta Gayá es tendencia en las RRSS gracias a los rumores sobre su presencia en Abu Dabi, aunque no está confirmada. Marta recibió un millón de euros y a punto estuvo de recibir otro millón al año siguiente, pero la operación se frustró al haber donado Juan Carlos I los 65 millones de esa cuenta a su otra amante, Corinna Larsen, contra quien se enfrenta ahora en medios y tribunales.

El hombre que vrlaba por la fortuna de don Juan Carlos, Fasana, remitió una nota al Banco Mirabaud, el 17 de noviembre de 2011 en la que pedía que se transfirieran fondos de la Fundación Lucum a Marta Gayá, dada su delicada situación económica. "He tenido numerosos encuentros con el cliente de la cuenta mencionada (Juan Carlos I), el cual me ha trasladado su preocupación sobre una amiga suya. Me ha dicho que la conoce desde hace 25 años y que en la actualidad en Suiza. Esta persona tiene pocos recursos financieros y no mucho ingresos debido a su edad (68 años). Él desea asegurarle un nivel de vida decente y ayudarla financieramente", relataba Fasana en la misiva. "Para asegurar su tren de vida en los años venideros, él desea hacerle un regalo de dos millones de euros, de los cuales un millón sería este año. La próxima entrega se hará en 2012", añadía el gestor sobre los deseos del Rey emérito. Y añadía: "Él me pide expresamente guardar gran discreción sobre este asunto". Marta Gayà se personó en el banco al día siguiente, el 18 de noviembre e ingresó la cantidad en una cuenta personal recién creada.

"Nunca he sido tan feliz"

Marta Gayá, en otra imagen.

Marta Gayá, en otra imagen.

Marta es decoradora ya jubilada. Pasa los inviernos en Suiza, tiene un grupo de amigos en Miami, a donde viaja mucho y los veranos se traslada a su piso del puerto de Palma de Mallorca. "Durante la temporada que el rey se vio con Corinna, Marta dejó de venir a la isla. Se le veía menos, pero también es normal. Entonces era ella la abandonada", recuerda un empresario mallorquín amigo de la pareja y compañero de vela del rey.

Separada y sin hijos, aunque algunos aseguran que estaba casada cuando comenzó a salir con el rey, lo cierto es que se casó muy joven con el ingeniero malagueño Juan Mena, del que se separó tres años después. Nunca volvió a contraer matrimonio.

"Nunca he sido tan feliz", aseguraba el padre de Felipe VI en unas grabaciones del CNI realizadas en 1990 y que salieron a la luz hace un par de años, refiriéndose a su relación con Marta. Por eso puede que el Emérito decida hacer su exilio en Ginebra, volver a los brazos de la mujer que le ha sido leal durante tres décadas. Es ahora, en la vejez y en la soledad cuando Juan Carlos necesita el amor y a los amigos de verdad. Y Ginebra es un escenario perfecto para ello.

La revista 'Época' se atrevió a poner nombre y rostro a la pareja del Rey en 1992, firmada por Juan Luis Galiacho.

La relación sentimental se etabilizó. Fue más seria de lo habitual. Una relación que por entonces hizo temblar seriamente la estabilidad del matrimonio real. Marta llevó aquello muy discretamente, a pesar de que era vóx pópuli. De hecho, siempre intentó no dañar a doña Sofía. Los encuentros tenían lugar preferentemente en Mallorca, en Gstaad (Suiza) o en París, donde ella se instalaba en casa de José Luis de Vilallonga a la espera de ser llamada por el Rey. Pero para don Juan Carlos no había, por entonces, mesura alguna.

En un momento muy duro para la vida de Marta Gayà, tras presenciar in situ la muerte en un terrible accidente de tráfico de Rudy Bay y Marta Girod, el Rey no dudó en dejar sus obligaciones como monarca y acudir junto a ella a Suiza, donde Marta se había recluido con un estado de gran ansiedad en la finca del príncipe georgiano Zourab Tchokotua, el gran confidente de don Juan Carlos durante esos años.

El rey quería estar al lado de la decoradora, que había sufrido un shock tras vivir in situ la muerte accidental del propietario de la compañía Spantax, Rudy Bay, y de su compañera, Marta Girod. Y se despalzó a Suiza dejando todo y abandonando incluso precipitademente la cena familiar en el Club Financiero Génova de Madrid, donde toda la familia real celebraba el cumpleaños de Don Juan de Borbón.

Escándalo político con nombre de mujer

Todo ello provocó una pequeña y grave crisis política en 1992. Lo que hizo estallar la mecha era el relevo de Francisco Fernández Ordoñez, entonces Ministro de Justicia. El político padecía un cáncer en fase terminal y todo el mundo se preguntaba por qué el presidente del Gobierno, Felipe González, no lo relevaba. En una rueda de prensa, la Ministra-Portavoz Rosa Conde contestó a los requerimientos de los periodistas que no se podía sancionar el nuevo nombramiento porque el Rey se encontraba fuera de España.

Corinna Sayn Wittgenstein

Cuando se publicó que Juan Carlos I donó en 2012 a su entonces pareja sentimental Corinna Sayn Wittgenstein y a su hijo Alexander 65 millones de euros, supimos también que el dinero formaba parte de un regalo que Su Majestad había recibido cuatro años antes del Rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz, con quien mantenía unas excelentes relaciones. La donación había sido transferida a través del Ministerio de Finanzas del Estado árabe.

Para ocultar el dinero sus testaferros constituyeron la offshore Fondation Lucum ante un notario de Panamá, el 31 de julio de 2008. Las gestiones fueron realizadas por la abogada Carmen de Martínez, que representaba como apoderada a la instrumental local ABA Corporate Services, despacho panameño especializado en la creación de offshores, que sirven de pantalla a inversores internacionales.

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