Criterios de decoración: flores y velas
Las flores frescas que ambienten el lugar, sean de la misma variedad que las del ramo de novia natural o de otro estilo que os agrade, siempre darán un toque agradable al banquete. Solo deberéis tener en cuenta un aspecto: no poner demasiadas pues, de lo contrario, puede ocurrir que sean tan olorosas que camuflen los aromas de los platos. Así que prestad especial atención a su elección si han de formar parte de los centros de mesa del banquete. Del mismo modo, recordad que los candelabros solo deben estar presentes en bodas de noche, y que las velas se encienden en el momento de empezar a comer.
Este es el principio clave para el desarrollo del banquete: según el protocolo, la novia marca los tiempos. Los invitados se sientan, empiezan a comer y no se levantan hasta que ella no haga cada una de estas cosas primero. ¡Por algo es su gran día! Aunque haya optado por un vestido de novia sencillo, la mujer protagonista del gran día siempre luce deslumbrante y es el centro de todas las atenciones, también en el banquete.
El final del banquete de boda
Una vez que los novios y los invitados han terminado el postre, los nuevos esposos suelen recorrer las mesas para charlar con los invitados y recibir las felicitaciones.
Los padrinos también van visitando todas las mesas para dar un obsequio a los invitados; el padrino se suele dar a los hombres y la madrina a las mujeres y a los niños. La tradición solía consistir en ofrecer estos obsequios a los invitados:
- Un cigarro puro para los hombres.
- Un paquetito con cigarrillos para las mujeres.
- Una bolsita con chucherías para los niños.
Actualmente, las costumbres han cambiado, y el padrino suele llevar una caja de puros que ofrece a los invitados, tanto mujeres como hombres -el que quiera tomar uno, lo toma-. La madrina entrega un 'detalle' a los invitados con o sin distinciones de sexos, según el criterio de los padrinos -puede ser el mismo para hombres o mujeres, o bien puede ser distinto-. Para los niños, se siguen regalando bolsas con chucherías o algún juguete pequeñito, como un muñequito o algo similar.