¿Cuánto tiempo se calentar la Torta del Casar?
La Torta del Casar es un queso suave y cremoso originario de Extremadura, un ingrediente muy versátil para la elaboración de muchos platos.
Para calentar la Torta del Casar, se recomienda sacarla del frigorífico al menos una hora antes de su consumo, para que pueda atemperarse a temperatura ambiente. Además, se debe retirar la tapa superior de la torta y, si se desea, se puede añadir un chorrito de aceite de oliva.
El tiempo de calentamiento dependerá del tipo de horno o microondas que se tenga, pero lo ideal es calentarla durante unos 10 minutos a una temperatura de 180°C, hasta que la torta esté suave por dentro y dorada por fuera.
Es importante no sobrecalentar la Torta del Casar, ya que su textura y sabor pueden cambiar drásticamente. Si queda algún resto de queso tras degustarla, se puede utilizar en numerosas recetas, como recetas con carne picada al horno, ya que aporta un sabor muy especial a los platos.
¿Cómo se hace la Torta del Casar?
Antes de entrar en materia quesera, conviene señalar que la Torta del Casar es un queso natural elaborado mediante métodos tradicionales a base de leche cruda de ovejas procedentes de ganaderías controladas. A esto habría que añadirle cuajo vegetal y sal. ¡Eso es todo! Y al igual que la mayoría de los quesos del mundo, surgió en su momento puntual ante la necesidad de tener que conservar la leche, ya que era la única forma que existía para poder preservarla de su deterioro. Al ser transformada en queso, esto permitía que su consumo pudiera extenderse a lo largo del año.
Y como tantas otras cosas, lo peculiar de este queso surgió de la forma más peculiar. Resulta que, debido a unas condiciones climatológicas muy especiales y al uso del cuajo vegetal extraído del cardo silvestre Cynara Cardunculus, a veces se daba un proceso que los pastores consideraban accidental y no deseado. Y pensaban así con razón, porque el resultado era un queso de pasta muy blanda que, cuando la corteza no estaba aún plenamente formada, se hundía por su propio peso, de ahí que ellos los conocieran como “atortaos” (su atípica forma se parecía más a una “torta” de harina que a un queso tradicional).
El caso es que, dado que este fenómeno se daba casi exclusivamente en las comarcas colindantes a Casar de Cáceres, población situada a once kilómetros de la capital cacereña, se empezó a llamar a este queso, hace ya siglos, la Torta del Casar. El resultado es un queso de corteza ligera y fina, semidura, cuya principal característica es esa textura altamente cremosa que le ha llevado a ganar tantos premios y que hace que, en momentos puntuales de la maduración, el queso deba ser vendado para evitar que la pasta se desparrame a través de las grietas de su blanda corteza.
Qué es la Torta del Casar
La Torta del Casar es un tipo de queso cremoso hecho a base de leche de oveja. Se elabora en Casar de Cáceres aunque también se confecciona en municipios colindantes como Sierra de Fuentes y Montánchez, y cuenta con Denominación de Origen Protegida. Su sabor es ligeramente amargo y prácticamente nada salado. Su textura es muy cremosa y presenta el mismo grado de espesor en el corazón de la pieza que en los laterales. Su corteza tiene un color ocre uniforme, sin manchas y sin grietas gruesas.
El nombre proviene de la reminiscencia visual a la torta de pan, un tipo de bizcocho de aprovechamiento con la misma silueta. Esta forma, y la cremosidad interior, son consecuencia del uso del cardo silvestre (Cynara Cardunculus) para el cuajado. Este queso es una elaboración que nació a manos de pastores que buscaban conservar la leche de oveja por más tiempo. El resultado ahora convertido en emblema fue en sus inicios toda una decepción: el interior no cuajaba firmemente y se achataba debido al propio peso, o como se decía, quedaba «atortao» (con forma de torta). Un aparente defecto convertido en virtud gastronómica.
Características del producto
- Materia prima: Queso elaborado a partir de la leche cruda de oveja de la raza Entrefina, además de cardo silvestre (cuajo vegetal).
- Textura de la pasta: Blanda, untable, cremosa, de granulosidad suave o nula, con pequeños agujeros repartidos en su corte cerrado formados por la fermentación.
- Corteza: cerosa, seca, semi dura y lisa.
- Contenido de grasas: Alto, con carácter fundente.
- Tonalidad: La pasta es blanca o amarilla clara, mientras que la corteza es amarilla y ocre.
- Aroma: Se perciben intensidades medias o bajas lácticas o a vegetales.
- Sabor: Intenso, salado, un poco ácido y con un suave amargor debido al cuajo vegetal.
- Presentación: Posee una forma cilíndrica o discoidal, abombado con caras planas. Su superficie es perimetral plano-convexa y aristas redondeadas. El diámetro mínimo es de 7 centímetros en relación con la altura. En la actualidad se pueden percibir tres tamaños: grande (de 801 – 1.100 gr); mediano (de 501 – 800 gr) y pequeño (de 200 – 500 gr). Viene en un estuche de madera.
- Tiempo de maduración: Mínimo 60 días.