Aquilea y Ciboulette
Volvamos a la boda: las flores fueron de la firma favorita de la jet nacional, Aquilea, empresa propiedad de la madre y tías de la novia. El catering elegido para servir la comida y la cena fue Ciboulette, otro de los favoritos de la alta sociedad y que suele servir los grandes eventos y bodas de la Casa de Alba. El menú, tal y como han confirmado invitados al enlace consultados por Vanitatis, se componía de crema trufada de espárragos verdes, tartar de verduras y colas de gambas y vieiras, pintada deshuesada rellena de foie y frutos secos con salsa de trufa, y tarta de queso con coulis de frutos del bosque. Los vinos fueron un Viore Verdejo de Rueda y un Marqués de Murrieta Reserva.
La familia de la novia es una de las más discretas de alta sociedad: además de Marta, los otros hijos del matrimonio Cotoner Martos formaron familias de renombre. Íñigo, que es el actual marqués de Mondéjar, enviudó y ahora está casado con María Vega-Penichet, de la reconocida familia de abogados de origen cubano. Nicolás, el tercer hermano, marqués de Ariany, se casó con Carmen Macaya, prima de Cristina Macaya, la conocida como gran anfitriona de Mallorca y amiga también de los Reyes eméritos.
María de la Trinidad, condesa de La Gomera, es la viuda de Miguel Corsini, perteneciente a una poderosa familia de empresarios. Fallecido en 2020, fue presidente de Renfe durante el Gobierno de José María Aznar. Cabe recordar que fueron los hermanos Corsini quienes recaudaron fondos para ayudar al rey Juan Carlos con sus deudas con Hacienda… Porque, además, otro hermano Cotoner, José Luis, marqués de Bélgida, el más joven, se casó con Margarita Corsini.
En La Escorzonera se han casado muchos de los que el sábado celebraron la boda de Marta con su novio, Joaquín. Unos apellidos que iluminaban, como decía un invitado a Vanitatis, la larga lista de asistentes.
La infanta Sofía, elegante con su falso vestido midi en los Premios Princesa de Asturias
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Los Premios Princesa de Asturias 2023 dan comienzo. Minutos antes de la llegada de la familia real, por esa elegante moqueta desplegada a las puertas del teatro Campoamor de Oviedo han desfilado todos los premiados. Una radiante Meryl Streep, condecorada con el galardón de las Artes; el escritor japonés Haruki Murakami, como Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023, o el atleta Eliud Kipchoge, como premiado en la categoría de Deportes.
Después de los condecorados, los reyes Felipe y Letizia junto a sus hijas, Leonor, la Princesa de Asturias, y la infanta Sofía, y la reina Sofía. La primera vez que Leonor y Sofía asistieron a estos galardones fue en 2018 y hoy, cinco años después, vuelven dejando atrás una imagen aniñada y convertidas en dos mujeres adultas. Un hecho que han demostrado en los dos actos previos a la entrega de premios. Centrándonos en la benjamina del clan Borbón Ortiz, en una y otra ocasión, ha vuelto a derrochar estilo fiel a su personalidad. Lo mismo que ha sucedido esta tarde en el Campoamor.
De líneas sencillas y patrón minimalista, el nuevo vestido de Cardié elegido por la hija pequeña de los Reyes llamaba la atención por su contraste cromático en la zona superior, blanco y negro enfrentados en bloque. Sin mangas y con el cuello redondo, el modelo de nombre Tabia Black presentaba una estructura recta de largo midi y, en la parte trasera, una abertura en el bajo de la falda para facilitar el movimiento al andar. Todavía quedaba un detalle más llamativo en la prenda y que apuntaba directo a la cintura de la Infanta: cut-out lateral con vivos en lado izquierdo.
Rania de Jordania
Imposible no comenzar con la madre del novio, Rania de Jordania. Su look era uno de los más esperados en la boda de su hijo Hussein y no defraudó. Se esperaba una mezcla de tradición y modernidad fiel a su estilo, y así fue. Lució un vestido de Dior, una de sus firmas predilectas. Se trató de un diseño de manga larga y cuello alto que se ajustaba a la perfección a su figura con una línea depurada.
El diseño contenía numerosos bordados. Sorprendía, sin embargo, el color escogido, el negro, poco habitual en la celebración de enlaces, aunque el golpe de efecto lo aportaba la pedrería que cubría el cuello, la parte baja de los brazos y la mayor parte de la espalda. Completó el look con enormes pendientes que destacaron gracias a su peinado, un elaborado moño, así como con un pequeño bolso con asa.
El vestido verde metalizado de la reina Sofía en la boda de Philippos de Grecia y Nina Flohr
La reina Sofía ha cambiado en menos de 24 horas el teatro Campoamor de Oviedo por la catedral de Santa María de la Anunciación de Atenas. De acompañar a su nieta, la princesa Leonor, en la entrega de los premios Princesa de Asturias a arropar a su sobrino, Philippos de Grecia, en su boda real con Nina Flohr, hija del dueño de la empresa de aviones privados VistaJet.
Philippos es el hijo menor de los reyes Constantino y Ana María, y ha contraído matrimonio en el mismo templo en el que la reina Sofía y el rey Juan Carlos se casaron en el año 1962. La reina Sofía ya acudió en su día al enlace de otros tres hijos de su hermano Constantino: Alexia, Nicolás y Pablo, heredero al trono de Grecia, país cuya forma de estado actual es la república parlamentaria., tal y como establece su constitución de 1975. Pablo ha tenido el detalle de bajar las escaleras de la catedral ateniense a la llegada de sus tías y las ha acompañado al interior de la misma.
La madre del rey Felipe VI de España ha llegado a la ceremonia, que se ha desarrollado por el rito ortodoxo, acompañada por su hermana, la princesa Irene, pero también ha estado en la boda su hija mayor, la infanta Elena, que había llegado a Grecia antes que su madre al no asistir a los Princesa de Asturias en Oviedo.
Para esta ocasión tan especial -no en vano, se trata de una reunión familiar en su país natal-, la reina Sofía ha lucido un elegante vestido verde metalizado confeccionado con múltiples capas en toda su superficie. De mangas tres cuartos y largo hasta tapar los zapatos, el vestido en cuestión está rematado en su parte baja por una hilera de volantes que completan la sucesión de capas horizontales.
La reina Sofía, invitada en la boda de la temporada junto a Corsini, Cotoner, Urquijo y Almeida
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“Di un nombre, el que quieras, y no dudes de que allí estaba”. La frase, de un invitado a Vanitatis, resume el ambiente del pasado sábado. Ha sido una de las bodas de la temporada, una celebración que ha reunido a los nombres más conocidos del panorama patrio. Y para colofón, la presencia de la reina Sofía. Este pasado sábado, tal y como adelantamos en primicia en estas páginas, se casó, en Santa María de Caná, Marta Urquijo Barreiros, prima de Teresa, prometida de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, y allí se reunieron las familias más poderosas del país.
Entre los invitados destacó, según ha podido saber Vanitatis, la reina Sofía, que fue a la ceremonia con su hermana, la princesa Irene. Su presencia se debe a la amistad de la Casa Real con la familia de la novia, bisnieta de Nicolás de Cotoner y Cotoner, jefe de la Casa del Rey de 1975 a 1990. Este aristócrata, general y jurista, fue el preceptor del rey Juan Carlos I y su mano derecha en sus primeros años en el trono, lo que hace que ambas familias estén tan unidas.
Casado con María Trinidad Martos, aristócrata millonaria, tuvieron cinco hijos. Y una de las hijas del que fuera marqués de Mondéjar es Marta, abuela de la novia, viuda del empresario del motor Valeriano Barreiros y una de las mejores amigas de la reina madre.