Alpargatas de novia
Desde hace algunos años es cada vez más habitual celebrar bodas temáticas o en fincas al aire libre, y son muchas las novias que prefieren un calzado que les permita estar cómodas desde el comienzo hasta el final de la fiesta. Para nosotras diseñar unas alpargatas novia ha sido un reto con el que hemos disfrutado enormemente, sobre todo porque se trata de un estilo de calzado que nos apasiona, ya que reúne tradición y artesanía. Hemos desarrollado nuestra colección de esparteñas, tomando como referencia las clásicas cuñas de esparto, para volver a las raíces del calzado Made in Spain, pero rediseñando las tradicionales alpargatas españolas, un estilo de calzado icónico, además de mundialmente reconocido y súper valorado por ser alpargatas artesanas y de calidad.
Ahora podemos decir orgullosas que hemos logrado nuestro objetivo: crear unas cuñas novia elegantes, glamurosas y que desprendan todo el romanticismo que esperamos de el gran día. Sois muchas las que habéis elegido alguna de nuestras alpargatas de esparto para novias y es algo nos hace estar súper felices. Cada vez que nos llega alguna foto de vuestro gran día llevando alguno de nuestros diseños de alpargatas novia una lagrimita de alegría se nos escapa.
Mantón de Manila e invitadas
Como comentamos, no nos choca tanto el hecho de ver a una invitada de boda llevar mantón de Manila, especialmente, si el enlace en cuestión tiene lugar en el sur de nuestro país donde esta prenda es todavía más emblemática. Aunque a lo largo del tiempo lo han llevado como parte de su estilismo festivo algunas mujeres, ahora son pocas las que renuncian al mantón, teniendo en cuenta la dosis de optimismo, dinamismo y vitalidad que da a cualquier vestido, especialmente, si es a contraste.
Teniendo en cuenta que una de las grandes tendencias de la temporada en lo que a vestidos de novia respecta han sido los flecos, no es de extrañar que muchos de estos estén inspirados e incluso, formados por un mantón de Manila. De esta manera, cada vez son más las novias que han optado por esta pieza siguiendo -como decíamos anteriormente- alguna tradición familiar o como forma de romper el look monocolor blanco añadiendo la nota de color a través de este complemento.
Lo que es evidente es que la forma más original y estilosa de llevarlo es convirtiéndolo en una falda, pudiendo decantarnos por dos líneas: anudarlo sobre el vestido de novia en cuestión o que ejerza como la parte inferior de un dos piezas de una novia moderna. Esta última propuesta la pudimos ver en uno de los recientes desfiles de la firma Lina 1960. Una marca sevillana de moda flamenca que presenta en su catálogo un conjunto de blusa bordada y mantón a tono.