El escultórico moño de la boda
Nada nos hacía imaginar que el peinado elegido por Tamara Falcó para el día de su boda sería un moño de inspiración retro, con mucho volumen, cuerpo y, probablemente, extensiones para lograr tal envergadura. La tiara que coronaba su cabeza condicionó, sin lugar a dudas, la elección del moño.
"El peinado escogido para la ceremonia es un recogido bajo de corte clásico y con raya en el centro. Está decorado con una tiara de diamantes que se integra perfectamente en la melena gracias a los dos mechones laterales que se cruzan por detrás. El acabado es muy pulido, sobrio y minimalista, dando protagonismo absoluto al vestido y los accesorios", precisa Mª José Llata.
El estilista Eduardo Sánchez nos ha ofrecido una completa descripción del peinado de novia de Tamara Falcó: "Es un auténtico 'moño de marquesa'. El complemento perfecto para el look aristocrático que buscaba. Es un estilo ultraclásico, enfocado a su título. Se nota que ha pretendido resaltar el look de princesa dándole protagonismo a la tiara familiar de brillantes. Tras el brushing se procede a cardar ligeramente la zona alta, justo donde irá apoyada la tiara, que se coloca un poco adelante de la coronilla, a modo de diadema. Es una forma clásica e idónea para sujetarla y que ella esté cómoda al moverse. Se trata de un moño bien trabajado, muy clásico, elegante y sofisticado pero no excesivamente recargado, muy de alta costura. Tanto el peinado como el maquillaje supernatural acompañan muy bien el estilo del vestido, la tiara y el velo. También evoca un romanticismo atemporal que no pasa de moda".
El señaladísimo 8 de julio, todos los ojos estaban centrados no en la boda en sí de Tamara Falcó, sino en su vestido. Las idas y venidas con diseñadores, el capítulo de las joyas robadas y vestidos escoltados habían caldeado el ambiente. Sin embargo, una vez vimos las primeras imágenes de la novia con un diseño bordado de Wes Gordon para Carolina Herrera, las dudas se despejaron y tocó analizar el resto del look, es decir, la parte beauty.
La tiara elegida
Para que todo salga perfecto, 250 personas trabajarán el sábado 8 en El Rincón. Entre ellas, 45 cocineros capitaneados por Eneko Atxa. También habrá show cooking en directo y muchas sorpresas
Todos los detalles de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva que se conocen
Tamara Falcó e Íñigo Onieva están inmersos en la planificación de su boda. La marquesa de Griñón señaló hace unos días que "Íñigo se está implicando muchísimo en todo". Parece que el empresario de 33 años, se ha tomado en serio esta segunda oportunidad tras la infidelidad que cometió y se ha mostrado muy arrepentido.
Por el momento además de la fecha de la boda que será el 8 de julio de 2023 en el palacio El Rincón, un palacio del siglo XIX que ha heredado tras la muerte de su padre Carlos Falcó. El sacerdote que oficiará la misa es Miguel Cruz, uno de los íntimos de la familia de ella.
También se sabe que Tamara lucirá al menos dos vestidos y uno de ellos ya se sabe que es de la firma Sophie et Voilà, fundada por Saioa Goitia y Sofía Arribas. "No es un vestido que todo el mundo vaya a entender. Es un vestido que me encanta, es como mi anillo, que tampoco es lo más normal del mundo pero a mí me encanta", señaló en 'El hormiguero'. El diseñador Juan Avellaneda es quien le asesorará en su elección.
La persona encargada de la confección y elaboración del menú del banquete es un chef con tres estrellas Michelín, Eneko Atxa, propietario del restaurante Arzumendi, situado en Larrabezúa (Larrabetzu, Vizcaya). Hace unos días, la pareja estuvo aquí celebrando el 54 cumpleaños de Carolina Molas, madre de Íñigo Onieva, que será la madrina en la boda.
Los invitados de la boda
Tamara Falcó e Íñigo Onieva querían hacer una boda íntima y no quieren que el número de invitados sea de más de 300. Para reducir el número de personas, la pareja les ha puesto como condición que solo pueden acudir con pareja el enlace los que estén prometidos o casados. Quieren evitar que sus amigos se lleven al novio o novia de turno.
Entre los invitados conocidos por parte del novio están la madre de Íñigo, Carolina Molas, y su hermana, la actriz Alejandra Onieva, mientras que por parte de Tamara Falcó, hay una gran familia, su madre Isabel Preysler, sus siete hermanos de Tamara Falcó, que son: Ana Boyer, Chábeli Iglesias, Enrique Iglesias y Julio José Iglesias, por parte de madre, y por parte de padre, Xandra Falcó, Manuel, Duarte y Aldara. Hay que contar con las parejas de estos, tíos, primos y el resto de familia, más los amigos de ambos.
Habrá que esperar a ver si Julio Iglesias, el 'tío Julio', como llama Tamara al cantante, acude también a la boda con su mujer Miranda Rijnsburger y los cinco hijos que tienen en común.
Los sobrinos de Tamara serán las niñas de arras y pajes. En la familia hay varios niños pequeños: Miguel y Mateos, hijos de su hermana Ana Boyer y el tenista Fernando Verdasco; y los hijos de Enrique Iglesias y Ana Kournikova, que tienen a los mellizos Nicholas y Lucy, y Mary. La novia no quiere que haya damas de honor.
Respecto al grupo de amigas de Tamara Falcó que están invitadas a su boda con Íñigo Onieva están: Isabelle Junot -la marquesa de Cubas que está casada con su primo Álvaro Falcó-, la 'influencer' y empresaria Casilda Finat y su hermana Ana y Luisa Bergel, otra de las mejores amigas de Tamara Falcó.
El repertorio de peinados de Tamara Falcó en su boda: del moño vintage a la melena sorpresa
El señaladísimo 8 de julio, todos los ojos estaban centrados no en la boda en sí de Tamara Falcó, sino en su vestido. Las idas y venidas con diseñadores, el capítulo de las joyas robadas y vestidos escoltados habían caldeado el ambiente. Sin embargo, una vez vimos las primeras imágenes de la novia con un diseño bordado de Wes Gordon para Carolina Herrera, las dudas se despejaron y tocó analizar el resto del look, es decir, la parte beauty.
Tamara Falcó siempre se ha caracterizado por el minimalismo estético, para el que poseer una piel 10 -luminosidad, tono uniforme y firmeza envidiable- es clave. En su puesta a punto para el enlace, la marquesa de Griñón confió en el ritual facial a la Rosa Negra de Sisley, su marca de confianza. Un maquillaje luminoso, de mejillas y labios peachy y con su habitual delineado borroso para la mirada cincelaba su rostro, pero la sorpresa la encontrábamos en la forma con la que el equipo de estilismo recogía su cabello.
En estos últimos días hemos asistido a una puesta en escena digna de estrella de Hollywood: coleta effortless en la preboda, moño vintage para la ceremonia, coleta 'casual' para la fiesta y melena 'side part' -que llevábamos años sin ver en ella- para el brunch del día siguiente. Todos ellos nos han demostrado que la marquesa, por un lado, tiene el pelo mucho más largo de lo que creíamos y, por el otro, que no teme a los riesgos, probando estilismos muy alejados de su look habitual.