Aprovecha al máximo la corteza de la Torta del Casar: secretos y recetas imperdibles
Una técnica común para obtener la textura deseada en la corteza es la utilización de vapor durante el horneado. Esto permite que la superficie de la masa se mantenga húmeda, lo que provoca una reacción química que genera una corteza crujiente y dorada. Además, el uso de ingredientes como la mantequilla o grasas animales puede aportar sabores adicionales a la corteza, haciendo que cada bocado sea verdaderamente memorable.
Es importante también considerar la calidad de los ingredientes en la preparación de la corteza. El uso de harinas de alta calidad, preferiblemente sin refinar, puede tener un impacto significativo en la textura y sabor final. Además, la inclusión de condimentos como hierbas frescas, especias o incluso quesos puede elevar el perfil de sabor de la corteza, brindando una experiencia única y deliciosa.
El uso de las cortezas
Esos recubrimientos se añaden para proteger el queso de posibles patógenos, de la humedad y también para proporcionarles un mejor aspecto
Aunque no sea tóxica y sus componentes estén autorizados por la legislación española, no aportan nada bueno.
No todos los artesanos son iguales
Las de origen natural se producen de forma espontánea a lo largo del proceso de maduración y, en principio pueden comerse porque no tienen ningún elemento añadido artificialmente, sobre todo si se trata de quesos artesanos.
Cuando más tiempo tarde en curarse, más fina y más dura será la capa, por lo que a veces cuanto mejor es el queso peor es su corteza.
Brie, Camembert y similares
La corteza de estos quesos procede de la misma leche con que se elaboran
Tampoco se recomienda aprovechar las que recubren quesos muy cremosos, tipo torta del Casar, porque son las que tienen más actividad bacteriana, y además no aportan nada al producto, ni siquiera sabor.
En variedades como el Roquefort y otros parecidos, como el Gorgonzola italiano, el Cabrales y los denominados azules o veteados, la corteza apenas se distingue del queso y son difíciles de separar.
En su elaboración interviene el penicilinium roqueforti, un hongo que forma esos mohos característicos.
Al parecer, ya en la prehistoria existía ese tipo de queso, que se producía de forma natural al cuajarse la leche materna en el estómago de los animales. Al cazar los que aún estaban mamando se podía extraer ese “queso”, que formaba parte de la dieta de nuestros lejanos ancestros.
Hay una excepción válida para cualquier tipo de queso y es que las mujeres embarazadas no deberían comer nunca la corteza, susceptible de contener bacterias peligrosas para su salud y la del feto.
Los auténticos fans del queso, sin embargo, proponen aprovecharlo todo de este producto, incluso las cortezas naturales difíciles de comer. Se pueden utilizar para hacer salsas y también en los risottos y algunos tipos de caldos, a los que dan un particular sabor salado.
Curiosidades y tradiciones sobre la corteza de la torta del Casar
La corteza de la torta del Casar es una parte muy importante de este famoso queso extremeño. Además de ser deliciosa, tiene características únicas que la hacen especial. Aquí te presentamos algunas curiosidades y tradiciones relacionadas con la corteza de este queso.
1. La corteza protectora
La corteza de la torta del Casar tiene un doble propósito: proteger el queso durante el proceso de maduración y aportarle sabores y aromas especiales. Esta corteza es natural y se forma a medida que el queso se va secando. A medida que el queso madura, la corteza se vuelve más gruesa y firme, creando una barrera protectora contra el exterior y permitiendo que el interior del queso se desarrolle adecuadamente.
2. El moho blanco característico
Una de las particularidades de la corteza de la torta del Casar es su moho blanco característico. Este moho se forma de manera natural durante el proceso de maduración y le da al queso su sabor y textura distintiva. El moho actúa como un agente de maduración, ayudando a descomponer la lactosa y las proteínas en el queso, lo que contribuye a su sabor y aroma únicos.
3. La tradición de comer la corteza
En la región de Extremadura, existe una tradición arraigada de comer la corteza de la torta del Casar. Muchos consideran que es la mejor parte del queso, ya que concentra una gran cantidad de sabores y aromas. La corteza se puede disfrutar de diferentes maneras: algunos la comen directamente, mientras que otros la utilizan para untar en pan o acompañar otros platos. Sea cual sea la forma de consumirla, la corteza de la torta del Casar es un verdadero tesoro culinario.
En conclusión, la corteza de la torta del Casar es una parte esencial de este famoso queso extremeño. Además de su función de protección, la corteza aporta sabores y aromas únicos. Con su moho blanco característico, es una delicia para el paladar y una tradición culinaria en la región de Extremadura. No dudes en disfrutar de la corteza de este exquisito queso y descubrir todos sus sabores y texturas.
- Cómo comer Torta del Casar aprovechándola al máximo
Al llegar al final de la Torta del casar se hace menos cómodo comer su crema. ¡Pero ni se te ocurra tirarla! Puedes aprovecharla al máximo con estos consejos:
· Abre la corteza y extrae la parte más unida a ella para añadir a recetas. Por ejemplo, para enriquecer croquetas, mejorar puré de patatas o cremas frías, para dar un toque a platos de verduras o para preparar rellenos para pimientos o empanadillas.
· Usar la torta como sopera o cacerola vertiendo dentro una preparación caliente y sirviéndolo así en la mesa. Por ejemplo, una sopa de cebolla, una crema de calabaza o un pisto tradicional con carne.