Top hombro descubierto de H&M
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A quién favorece
Al ver a tantas (y tan distintas) celebrities vistiendo el escote bardot, ya nos damos cuenta que es un corte que favorece a todo tipo de siluetas. Tiene un gran poder a la hora de estilizar la figura ya que logra alargar el cuello y suavizar el escote. Este último rasgo lo hace ideal para las mujeres que cuentan con mucho pecho y lo quieran disimular.
Una de las cosas que debemos de tener muy en cuenta serán los patrones que utilicemos en la parte inferior del cuerpo. Dependerá mucho de nuestras formas. Si tu silueta es como un triángulo invertido, con mucho pecho y poca cadera, lo mejor será escoger faldas con vuelo o plisadas o pantalones con bolsillos para dar más volumen a la zona de las piernas. Así, lograrás una armonía al conseguir una silueta de reloj de arena.
Si tu finalidad es disimular el pecho o reducir el aspecto de tu espalda, tendrás que prestar atención también a los estampados que elijas. En este caso, por ejemplo, estarán prohibidos las rayas horizontales porque aportarán más volumen. También habrá que prescindir de otros elementos decorativos, como los volantes, por el mismo motivo.
Mucho antes que Brigitte
Aunque la actriz francesa fuela encargada de bautizar este tipo de escote, la realidad es que no es un corte que naciera a mediados del siglo XX. El bardot ya tenía una amplia historia a sus espaldas que nos remonta hasta principios del siglo XIX. Nos encontramos en la época napoleónica, cuando la moda sufre uno de sus giros más radicales. Las prendas se vuelven más livianas y vaporosas y aparece el corte imperio que asciende desde la cintura hasta debajo del pecho.
Esta cambio en la silueta femenina también afecta a las mangas que se reducen, adoptan una forma farol y, en algunas ocasiones, se dejaban caer por debajo del hombro. Este cambio en la manga es lo que produce el escote bardot, una tendencia de la época que rápidamente adoptaron las francesas de clase alta así como la realeza europea.
A mediados de siglo ya era el escote favorito de la mujer. Se hacía acompañar de faldas de mucho volumen para que el generoso escote que dejaba al descubierto los hombros causara aún mayor impacto. En esta época el escote bardot tiene dos grandes impulsores. Por un lado, la emperatriz Eugenia de Montijo, una influencer de su época a la que todas querían imitar. Por el otro, el diseñador Charles Frederick Worth.
Como ya hemos comentado, a mediados del siglo XX es cuando ese escote se vuelve a poner de moda gracias a la actriz francesa Brigitte Bardot. A partir de entonces, ha seguido enamorando a las siguientes generaciones logrando vestidos icónicos como los utilizados por la princesa Diana o por Julia Roberts en la mítica Pretty Woman.
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