Los detalles más exclusivos de la despedida de soltera de Tamara Falcó
Quedaba poco más de un mes y medio para la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva cuando sus seres queridos y amigos más cercanos comenzaron con las clásicas sorpresas a los novios: las despedidas de soltero.
Aunque la inoportuna caída que sufrió antes de su intervención como colaboradora en El Hormiguero le ocasionara un esguince y Tamara necesitara ayudarse de muletas para poder caminar, la sonrisa no se le borró cuando sus amigas le informaron que viajaban al país vecino.
La Marquesa de Griñón y todo su clan de amigas llegaron hasta Fátima, lugar de peregrinación para católicos, para celebrar su despedida de soltera. Tal y como ha confesado Tamara Falcó, hubo tiempo para visitar el famoso santuario, pero también para el “desmadre”.
Tras visitar el templo, las amigas prepararon una cena temática para la futura novia con sorpresa incluida: “Llegó un tío vestido de novia y con la cara verde, me dio un ramo, se empezó a desnudar…”, contaba Tamara en su tertulia en el programa de Antena3.
“Era todo temática manicomio, todo muy raro. La comida estaba muy buena. Preferí Fátima, la verdad. Tomamos vinitos, copas…”
Aunque su experiencia se vio truncada por ese esguince, parece que no le vino del todo mal ya que sus amigas la querían “vestir de bacalao” para esconderla de los paparazis.
En la despedida también hubo tiempo para los clásicos test de prometidos que miden la compatibilidad entre ambos. Las amigas de Tamara querían saber cuánto conocía a Íñigo para lo que le enseñaron fotos en blanco y negro de partes del cuerpo y ella tenía que adivinar si pertenecían a su prometido o no. “Le decía todo el tiempo a uno que se llamaba Antonio, el marido de mi amiga. Entonces hubo un poco de mosqueo… pero era muy difícil por las fotografías”, reía al recordar Tamara.
Luisa Bergel
Gtres / Instagram
La amiga de la pareja que fue la "culpable" de que se conocieran pues fue en su cumpleaños donde surgió el flechazo entre Tamara e Íñigo.
La joven se decantó por un top de lino, falda larga de flores y alpargastas.
Así ha sido el look nupcial de Tamara Falcó
Tamara no dejó a absolutamente nadie indiferente y es que el vestido de novia por el que finalmente se decantó para su boda con Íñigo no estaba en los esquemas previstos para su look nupcial. El vestido en sí, poseía una gran similitud con el que, precisamente, se casó hace 19 años Leticia Ortiz. Un modelo de riguroso blanco en el que resaltaban los hilos dorados que adornaban la parte frontal de la pieza. El escote en forma de barco dibujaba una ligera silueta en forma de corazón dejando visibles sus clavículas, una de las partes predilectas de Tamara.
Aunque el vestido recordaba a la época medieval, la elegancia y el minimalismo se impusieron como grandes protagonistas del look bridal de la marquesa de Griñón. Para armonizar todo el estilismo, Tamara Falcó optó por lucir su melena a través de un sencillo recogido: un moño bajo que coronó con la tiara de su cuñada, Amparo Corsini.
La novia quiso contar con un espectacular segundo vestido que lució en la aparición junto a Íñigo en el banquete como ya marido y mujer. Una pieza mucho más moderna con la que Tamara brilló con total plenitud. Un look firmado por Flor de Asoka, una marca española. Mucho más romántico y vaporoso, Tamara Falcó defendió su segundo look de novia como una auténtica princesa.
Tres días de intensa celebración para homenajear a los recién casados que ya han puesto rumbo a su luna de miel.
Alejandra Onieva
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La hermana del novio, con un vestido de punto azul de tirantes anchos llegaba al brunch. Con coleta alta y maquillaje natural, Alejandra Onieva derrocha belleza a raudales.