De encaje con manga larga
Freesia es el nombre de este diseño romántico, de Justin Alexander, cuyas líneas han conquistado a las usuarias de Bodas.net. Se distingue por una elegante manga larga de encaje y transparencias y por un sensual y femenino escote en V. Aunque no se queda atrás su espectacular espalda abierta con forma redondeada, que es perfecta para quienes buscan centrar la atención en esta parte tan femenina de una mujer.
El resultado es ideal para las novias de estilo romántico, para las amantes de las flores o para las mujeres que adoran las faldas ligeramente voluminosas. Un modelo que puede sintonizar muy bien tanto en bodas civiles como religiosas. ¿Nuestra recomendación? Que juegues con los complementos y el beauty look, pues así podrás hacerlo encajar mejor con el tipo de celebración que tengas en mente.
Sensual y atemporal
La elegancia y la sofisticación definen a este otro vestido que figura en nuestro top 10 de favoritos de las novias de 2023. Se trata del modelo Fara, de Valerio Luna, un diseño muy especial que se distingue por el tejido liso y minimalista y por las mangas abullonadas.
Y es que el volumen de estas, realzado por los puños abotonados, crea un bonito contraste tanto con el generoso escote en V delantero como con la espectacular espalda abierta. Aunque también sobresale a primera vista la profunda abertura de la falda, que permite presumir de piernas de infarto y que suaviza el sutil corte sirena de la creación. ¡Un look glamuroso para novias que busquen comodidad y sensualidad!
Una íntima ceremonia en el ayuntamiento de Windsor con la ausencia de Isabel II
Apenas 28 invitados pudieron vivir en directo el 'Sí, quiero' de Carlos y Camilla, algo absolutamente excepcional en la boda de un príncipe heredero. Ambos estaban divorciados y apenas tres años antes, la iglesia anglicana había cambiado la norma para aceptar los matrimonios de personas divorciadas. Pero la iglesia de Inglaterra llegó al convencimiento de que era mejor un matrimonio civil, de tal manera que se convirtió en el primer miembro de la familia real inglesa en casarse de esta manera. A esa ceremonia civil no asistieron ni Isabel II ni Felipe de Edimburgo.
Después de la ceremonia civil, la novia se cambió de traje y acudieron a un servicio religioso en la capilla de San Jorge y una celebración posterior, en la que sí estuvieron los monarcas acompañados de 800 invitados.