Todos los detalles de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
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Tamara Falcó e Íñigo Onieva han sellado su amor este fin de semana en El Rincón rodeados de todos sus seres queridos y famililares. Una celebración de tres días en la que la Marquesa de Griñón ha brillado con sus looks bridal.
“Ha sido una noche emocionante. Gracias a todos por venir y hacer que estos días sean los más maravillosos de nuestra vida” , aseguraba la Marquesa de Griñón en su cuenta personal de Instagram como título de una publicación en la que podíamos ver cómo se decoraron los jardines del Ritz para la ocasión y a todos los invitados disfrutando.
El día antes de su boda, Tamara lució su primer look bridal a través de un traje diseñado por ella misma de la colección TFP, su marca en colaboración con Pedro del Hierro.
Un ambiente mágico
La cena se sirvió bajo unas grandes carpas tensadas Veleo de color verde bosque, para mimetizarlas con el jardín, decoradas con lámparas de ratán y pequeñas bombillas, sillas de exterior de madera natural y muchísimas velas. Una iluminación, de Cuanto, que transformó el lugar en un bosque mágico bajo la batuta de Ramiro Jofre y su equipo. Los novios hicieron su entrada al son de una de sus canciones preferidas, Walk the Moon, de Shut Up and Dance, y fueron saludando hasta llegar al extremo del comedor.
Tamara reunió a sus hermanos, primos y sobrinos en el día más importante de su vida, protagonizando una excepcional imagen de unión familiar
Ocuparon la gran mesa imperial con espacio para 40 comensales. Al lado de Íñigo, su hermana, Alejandra, y su gran amigo Yago Antón. Y con Tamara, Ana Boyer y el padre Cruz. Frente a ellos, Julio Iglesias, Jr; Alejandra y Jaime Fenwick Onieva, y Luisa Bergel, que presentó a la pareja. Tenían la fachada del palacio iluminada a sus espaldas para poder ver a todos sus seres queridos y amigos sentados entre mesas imperiales y redondas —todas con nombres de sus restaurantes favoritos y a las que se sumaron Chez Tami y Chez Íñigo—.
La luz de los drones
Los momentos de cine no terminaron aquí. De improviso, se apagaron las luces y se mantuvo una total oscuridad en los jardines de palacio durante unos largos instantes que generaron cierta incertidumbre entre los invitados. Entonces, comenzó a sonar la canción A Sky Full of Stars, de Coldplay, y la mirada de todos se dirigió al cielo de El Rincón, que se iluminaba de repente. En la oscuridad de la noche, aparecían 200 drones creando a todo color diferentes formas —desde un corazón hasta el propio palacio—-, las iniciales ‘TF’ e ‘IO’ —Tamara Falcó e Íñigo Onieva— y un claro mensaje, Love is in the air, la canción disco que popularizó el australiano John Paul Young en 1977, que puso fin al espectáculo amenizado con una selección musical. Era el romántico regalo que Íñigo quiso hacer a su ya esposa, con el título de ‘Nosotros’.
Íñigo sorprendió a Tamara con un espectáculo en el cielo en el que 200 drones crearon, a todo color, distintas formas: desde un corazón hasta el propio palacio de El Rincón, incluidas las iniciales de la pareja
Un espectáculo mágico y de última tecnología que confió a la empresa UMILES Drone Light Show, conocida por su aparición en El hormiguero y en otros medios de comunicación. “Quería un desarrollo creativo, que fuera una combinación de figuras geométricas y que, por otro lado, contase parte de su historia”, nos cuentan Antonio Hervás, senior digital marketing manager, y Ernesto Albacete, director comercial. Se trataba de un show completamente personalizado en el que Íñigo se involucró durante todo el proceso creativo —más de tres meses de preparación— porque quería el factor sorpresa en un momento muy concreto y que Tamara (también los invitados) no olvidara jamás el efecto del espectáculo audiovisual. Luces en el cielo y música —también elegida por el novio— en palacio.